IMPACTO DE LA PANDEMIA POR COVID-19 EN PERSONAS CON TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que presenta dos síntomas fundamentales en mayor o menor medida: problemas de larga duración con la comunicación e interacción social en diferentes contextos y la presentación de actividades, intereses, comportamientos repetitivos y restringidos, que pueden dar lugar a que las personas con este trastorno necesiten ayuda en su vida diaria (National Institute of Mental Health “NIH”, 2016) dependiendo de su nivel de gravedad: grado 3 (si requiere ayuda muy notable), grado 2 (si requiere ayuda notable) y grado 1 (si requiere ayuda) (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la asociación psiquiátrica americana “DSM-V”, 2013). Por lo que, si además de estas dificultades se añade el hecho de encontrarse ante una situación nueva, impredecible e imprevista, como es la pandemia del coronavirus (COVID-19) que se está viviendo a nivel mundial, la ayuda se hace más notoria todavía, debido a las muchas consecuencias emocionales, psicológicas y conductuales que conlleva.

La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Esta enfermedad ha llegado a convertirse en una gran preocupación a nivel mundial debido a que es nueva, a que es altamente contagiosa y a que, en ocasiones, los síntomas pueden llegar a ser graves dando lugar a la hospitalización de uno de cada cinco infectados (Organización Mundial de la Salud “OMS”, 2020). Por lo que los gobiernos de todo el mundo han tomado múltiples medidas para evitar la propagación, entre ellas el confinamiento de los ciudadanos en sus respectivas casas, el cierre perimetral entre pueblos, ciudades o provincias, el cierre de establecimientos o restricciones horarias en estos, etc., afectando a millones de personas (AETAPI, 2020).

Tanto el efecto de estas medidas como el de la propia enfermedad en sí lleva consigo una serie de estados emocionales y psicológicos, como una constante preocupación y ansiedad por el contagio, por el futuro, por aspectos económicos; una continua labilidad emocional; frustración y aburrimiento ante el confinamiento o cierre perimetral establecidos; inquietud generada por la sobreinformación de fuentes (a veces erróneas); insomnio; dificultades de concentración; etc. (Consejo General de la Psicología de España, 2020). Todo esto puede alterar el estado emocional, cognitivo y conductual tanto de personas que disponían de un buen estado psicológico, mental y físico antes de la pandemia como de personas que ya presentaban cualquier tipo de enfermedad física o trastorno mental, como individuos con Trastorno del Espectro Autista.

Como se ha expuesto anteriormente, las personas con dicho trastorno presentan problemas en la comunicación y comprensión del lenguaje que les lleva a dificultades para comprender la realidad y sobre todo situaciones nuevas que no conocen. Por lo que si a esto se le añade la baja tolerancia que tienen a la incertidumbre, la situación generada por el coronavirus puede llegar a convertirse en un gran desafío para ellos; ya que muchos no están entendiendo bien qué es el coronavirus, ni qué es una pandemia, ni tienen una noción de por qué han cambiado las cosas de repente (López, 2020).

Además, como se comentó anteriormente, las personas con dicho trastorno son personas inflexibles que mantienen de forma constante una rutina establecida siguiendo actividades bien organizadas y estructuradas que puedan predecir y en el momento que sufren un cambio no saben adaptarse de manera funcional, llegando a perder el control de su conducta en situaciones límite. Por esto, esta situación excepcional de la pandemia, que altera la dinámica y rutina de cualquier familia, puede llevar a un aumento de conductas disruptivas o problemas de conducta en personas con TEA, al no hacer las actividades que habitualmente hacían (Sant Joan de Déu “SJD”, 2020). Así, los comportamientos repetitivos característicos en ellos, como estereotipias, se vieron aumentados durante el confinamiento (SJD, 2020).

Además de todo esto, otra de las dificultades que presentan las personas con TEA y que se puede ver incrementada en la situación de la pandemia del coronavirus tiene que ver con sus claras dificultades para interaccionar socialmente de manera adecuada y de acuerdo con las demandas del medio. Así, la reducción del contacto social o el cambio en la forma de relacionarse con los demás, como el saludo inicial o el aumento de la distancia interpersonal, como medidas preventivas ante la COVID-19, pueden conducir a un riesgo de que las personas con TEA estrechen más su mundo y se metan completamente en él sin compartirlo con los demás (AETAPI, 2020).

En definitiva, se observa como las personas con el Trastorno del Espectro Autista muestran muchas dificultades en su día a día que conllevan a que vean o entiendan el mundo de una manera distinta a los demás. De esta manera, mantienen un estado de alarma constante para poder comprender las situaciones que de manera natural el resto de las personas entienden sin esfuerzo; lo que les lleva a niveles de ansiedad e irritabilidad más altos que se pueden ver aumentados con esta situación excepcional del coronavirus, que, sin duda altera el equilibrio de cualquier familia y genera alteraciones emocionales y conductuales en personas con TEA. En consecuencia, se contempla un gran impacto psicológico, tanto en personas con trastornos del neurodesarrollo como en sus cuidadores, alertando a los profesionales de la salud mental a estar preparados para su atención psicológica (Amorim, 2020).

 

REFERENCIAS

AETAPI. (18 de marzo de 2020). AUTISMO Y CORONAVIRUS: 20 consejos para sobrellevar el aislamiento [Mensaje en un blog]. Recuperado de http://aetapi.org/autismo-coronavirus/.

American Psychiatric Association (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la asociación psiquiátrica americana (DSM-V). Barcelona: Masson. 

Amorim R, Catarino S, Miragaia P, Ferreras C, Viana V y Guardiano M. (2020). Impacto de la COVID-19 en niños con trastorno del espectro autista. Rev Neurol, 71 (8), 285-291.

Consejo general de la Psicología de España (2020). El impacto psicológico de la cuarentena y cómo reducirlo, según un estudio. Infocop. Recuperado de http://www.infocop.es/view_article.asp?id=8630&cat=44.

López Trujillo, N. (2020). La dificultad de los niños con autismo para afrontar el confinamiento. Newtral. Recuperado de https://www.newtral.es/la-dificultad-de-los-ninos-con-autismo-para-afrontar-el-confinamiento/20200324/.

National Institute of Mental Health (NIH). (2016). Trastornos del Espectro Autista. Recuperado de https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastornos-del-espectro-autista/index.shtml.

Organización Mundial de la Salud (OMS). (2020). Preguntas y respuestas sobre la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Recuperado de https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/q-a-coronaviruses.

Sant Joan de Déu (20 de marzo de 2020). Trastorno del espectro del autismo y coronavirus: información para familias [Mensaje en un blog]. Recuperado de https://www.sjdhospitalbarcelona.org/es/trastorno-espectro-autismo-coronavirus-informacion-familias.

 

María Luisa Santiago Castro. Alumna de psicología del Máster de Psicología Sanitaria de la Universidad de Jaén.

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